Mi periplo por Mozambique de más de un mes, visitando a mi amiga Sara Peli que vive allí, lo he dividido en 3 entradas para que no sean tan largas. (Mozambique & Albura’s Power, Living Mozambique y este). Viví muchas cosas y tampoco quería resumir tanto. Así no olvidaré muchos detalles con el tiempo. Siempre puedo volver a leer esto 🙂

Retomo lo que contaba en el post anterior. Estando en África del sur quería aprovechar para ver animales salvajes y ya de paso conocer algo de Sudáfrica. Desde Inhambane me propongo esta singular aventura:

• • • Ir hasta Maputo (capital de Mozambique) para dormir en casa de Matanhane (un amigo de La Peli, mi anfitriona en este viaje por África).
    • Desde ahí ir a Sudáfrica en chapa, a través del puesto fronterizo Lebombo, 
    • Encontrarme allí con otro amigo de La Peli (Jose), que vuela desde las cataratas Victoria.
    • Visitar el Parque Nacional Kruger juntos con un coche alquilado.
    • Volver a Inhambane con Jose a contarle todas las aventuras a nuestra amiga Peli 🙂

Parece sencillo no? pues fue toda una odisea.

 

Vídeo resumen de las aventuras de mi barba por Mozambique y Sudáfrica

[LEE HASTA EL FINAL PARA VER LA GALERÍA DE FOTOS]

Una chapa es una furgonetilla (de marca asiática casi siempre) que va siempre a tope de gente, muy barata y que usa todo el mundo para moverse de un sitio a otro.

MAPUTO

El viaje de ida, desde Inhambane, comienza con madrugón para tomar la chapa que viene del hostel Fátimas’ (Tofo) y que me lleva a Maputo (sale a las 4:40am). Nunca faltan avispados para tratar de engañarme mientras espero, llevarme en su chapa y cobrarme más (todo en portugués, no olvidarlo). Entre mirar el paisaje pasar, dormir y luchar por mi espacio vital con otros viajeros pasa el viaje durante más de 6h.

Sabes que has llegado a Maputo cuando ves un clásico en África: caos circulatorio total. Sálvese quien pueda. Vorágine sin orden aparente. Matanhane (el amigo de la Peli que me va a alojar) es muy majo, me recoge en la estación de autobuses y me lleva a comer al mercado, lugar lúgubre y estrecho con mucha gente. El típico sitio donde no entraría solo.

El calor que hace es potente para mí. Tiramos para casa de «Mata» en una chapa que conduce un tuerto como si fuera Fernando Alonso. Veo la vida pasar del susto. A medida que salimos del centro los barrios se convierten en calles de tierra con chabolas, basura y mucha gente. La casa de Mata es humilde pero apañada, hecha con piedras, bloques de hormigón y chapa. Conozco a la novia de Mata, Laura, una española muy maja que lleva aquí 2 años de cooperante y por amor. Chapó. Tienen varias a habitaciones y un patio central donde se cocina. Algo típico aquí.

Después de dejar mi mochila y refrescarme nos vamos en bici a dar una vuelta al centro. Pasamos por calles de tierra llenas de niños que a mi paso se ríen y dicen “mulungu!” (hombre blanco en changana – dialecto que hablan aquí). Vamos al centro, Avd. Marginale, Costa do Sol. El contraste es abismal con los barrios de la periferia. Mata me cuenta que es fácil reconocer a los sudafricanos. Aquí van de sobrados y no tratan muy bien en general a los mozambiqueños.

El final del día, ya en casa de Mata, pasa por una ducha a cubazos en la letrina (lo normal aquí) y cenamos una sopa de verduras, carne de cerdo y ternera al fuego. También hay xima, una pasta que acompaña a todos los platos. Lo usan a modo de pan, para empujar con las manos. Después de ayudar a fregar los cacharros puedo hablar con mi Sarita que está en Mauritania con Unicef grabando un documental. Los dos en África a la vez y miles de kms de separación. Eso sí, unidos por la tecnología y el 3G.

SUDÁFRICA

El viaje desde Maputo a Sudáfrica se supone sencillo, aunque ya el mero hecho de viajar un europeo sólo por aquí cruzando una frontera a pie sube el nivel. He quedado en el aeropuerto de Nelspruit (sudáfrica) con Jose, amigo de La peli. Allí alquilamos un coche, vamos al Parque Kruger y luego otra reserva. Después volveremos a Maputo en autobús. Todo eso en 4 días. Ese es el plan.

El viaje comienza al amanecer en la chapa grande (la llaman Maxibombo) del vecino de Mata y Laura, que suele llevar pasajeros a Sudáfrica. Se supone que es mejor por aquello de la confianza. Salimos a las 7am. Negociamos y me cobra 700mt (algo cara) por el viaje hasta Nelspruit (Sudáfrica), aunque me cambia moneda Sudafricana (200 ZAR, rand) a buen precio para poder moverme allí.

Saliendo de Maputo van apareciendo suburbios de miseria. Un vertedero gigantesco pasa ante mi ventana. Un señor paseando 3 cabras. Una señora enorme se sube a mi chapa con unas mallas azules imposibles y petadas. En cuanto paramos en cualquier sitio nos rodean mil personas para vender de todo: anacardos, fruta, refrescos, pan, recargas de móvil… lo que sea. Todo esto da paso a complejos residenciales vallados con casas de lujo con nombres como Garden Park, un cementerio enorme y organizado y, por supuesto, adelantamientos imposibles con camiones de frente (menos mal que el arcén es ancho). No les tiembla el pulso y es mejor no mirar.

FRONTERA MOZAMBIQUE – SUDÁFRICA

Llegamos al puesto fronterizo de Lebombo. No conozco muy bien lo que hay que hacer pero bueno, sigo a la gente que va en mi chapa y hacemos cola esperando nuestro turno (y memorizo la matrícula de mi chapa porque todas son iguales!). Mientras espero mi turno me pasa algo surrealista.

Se me acerca un tipo y me dice en portugués que vaya con él para no esperar la cola. En ese momento me saltan todas las alarmas! Es algo extraño y me da mal rollo así que le digo que no, que espero la cola. El tipo insiste diciendo que los turistas van por otro lado y que me cuela etc. mientras llama a otro tipo que estaba cerca. Paso de él y le vuelvo a decir que no. A estas alturas mi nivel de estrés es tirando a muy alto. Al fin y al cabo estoy en una frontera africana, yo solo y únicamente Mata sabe, más o menos, donde estoy. De repente alguien por detrás de mí me tira de la camiseta y me susurra desde detrás “no vayas” en portugués. “Te van a robar todo”, añade. Me giro y veo a una mamá (una anciana), que venía en mi chapa, que niega con la cabeza mirándome. En ese momento, la anciana mira al tipo y le dice “estamos juntos” cogiéndome del brazo. Esto hace que el tipo se largue. Casi le pongo una rotonda a la señora!

En mozambique llaman mamás a las mujeres mayores. Término utilizado para referirse a ellas con mucho respeto.

Le doy un besazo y ella me dice que tenga mucho cuidado porque me iban a apartar y robarme todo lo que tenía, incluyendo el pasaporte. La mamá se porta súper bien y me acompaña todo el rato, incluso me espera cuando me toca en el puesto fronterizo, en el que me sellan la salida de Mozambique en el pasaporte. Antes de llegar a la parte sudafricana, mientras vamos andando por la “zona de nadie”, me llaman a gritos por mi nombre desde una chapa que no reconozco. Me gritan que vaya con ellos! Debe saber todo el mundo que hay un blanco viajando solo o qué!

Yo sigo con mi ángel de la guarda hasta la ventanilla sudafricana, donde me sellan la entrada en Sudáfrica. Con las autoridades todo correcto, sin problemas (para Sudáfrica no se necesita visado). Al otro lado del puesto fronterizo la gente espera en el lateral de la carretera a que lleguen los vehículos (pasan por otro lado). Cada uno tiene que saber cuál era el suyo! Durante la espera de media hora te viene gente a vender de todo y a cambiar moneda. Mi mamá y yo nos subimos a nuestra chapa y consigo relajarme un poco. Menudo episodio de tensión.

De todo esto no tengo ninguna foto. No se me pasó ni por un momento sacar la cámara o el móvil para hacer alguna foto. Bastante tenía con el agobio.

SUDÁFRICA

Ya en carretera, el paisaje cambia y aparecen tierras de cultivo grandes con montañas a lo lejos. Al rato la chapa se detiene y el conductor (vecino de Mata) me dice que tengo que cambiar de chapa para ir a Nelspruit, porque él ya no va allí (todo en portugués le medio entiendo). No entiendo porqué y a duras penas me dice que ha cambiado la ruta. Le comento que le pagué para que me llevara a Nelspruit y que no voy a pagar más y él me dice que no hace falta porque ya lo ha arreglado todo con el otro conductor. Mi amiga, la mamá, me confirma que me he enterado bien y me despido de ella para continuar mi ruta en otra chapa. .

África es imprevisible, caótica y hermosa a partes iguales.

Sigue la aventura y me entero que ésta otra chapa está rota: no puede circular a más de 40km/h y echa mogollón de humo por debajo que se mete dentro. Maravilloso. Un cuadro vamos. Vamos pocos pasajeros y con todas las ventanas abiertas. Tardamos el doble en llegar a Nelspruit, menos mal que voy con tiempo. Me apeo en una gasolinera a la entrada de Nelpruit y voy andando hasta el centro buscando la oficina de venta de billetes de autobuses Translux, para informarme para la vuelta a Mozambique (miré en Maputo en google maps). Voy hacia el hotel Promenade que está al lado. Pregunto de camino a un indio que regenta una tienda si voy bien y me indica que vaya hotel Promenade. En Inglés, al fin!!!! El indio añade que si voy solo. En plan… estás loco? y me dice que tenga mucho cuidado por la carretera. Genial. El culo se me cierra aún más. No me cabe ni el pelo de una gamba… En la oficina de Translux pregunto a un tipo los horarios y precios para volver a Maputo en autobús. Después de darme la info el tipo recoge y empieza a cerrar la oficina. Aprovecho y le pregunto por los taxis para ir al aeropuerto de Nelspruit (donde he quedado con Jose). El tipo llama por teléfono y habla en afrikáans. Resulta que es domingo y que no hay taxis, pero qué él (Walter) me puede llevar por 100ZAR. Evalúo la situación rápidamente y dado que la otra opción es salir a la calle a ver quién me puede llevar… pienso que Walter tiene un trabajo en la oficina… es la mejor opción no? Aparece otra chica y le pide que le lleva a un hospital cercano. Parece que Walter hace estas cosas de vez en cuando.

Sigo sin hacer ninguna foto. La situación se me complica y ni pienso en ello.

Las aventuras continúan. Primero lleva a la chica y luego a mi al aeropuerto de Nelspruit. Voy guiándole con el google maps (offline) y la carretera se hace camino de tierra. Algo raro pasa. Al llegar a una barrera cerrada sale un vigilante que me cuenta que eso es un aeródromo privado. El aeropuerto de Nelspruit. Zás! NO ES ALLÍ. Vuelvo a mirar la info que tengo… y hablo con Walter y llego a la conclusión de que el aeropuerto donde he quedado con Jose es el Aeropuerto Internacional Kruger Mpumalanga. El aeropuerto del Parque Nacional Kruger. Tiene sentido. Soy idiota profundo. Está a 45 minutos en coche! miro a Walter, que me mira como diciendo “vaya despiste tienes chico” y le pregunto si me llevaría a este otro aeropuerto. Me dice que ok pero que tengo que pagarle más. Sólo tengo 200ZAR que es lo que acepta. MENOS MAL. Total, que me lleva al aeropuerto correcto y casi me marco un Benedicto al llegar besando el suelo. Me relajo esperando 3h a que llegue el vuelo de Jose mientras me zampo el sandwich de Laura (que me da la vida) y trasteo con la wifi. No había comido ni bebido nada desde el desayuno esa mañana (hace un siglo). Son las 17h. Y he perdido 2kg en este día del estrés.

Cuando llega Jose vamos al mostrador de alquiler de coches y después del papeleo salimos conduciendo ya hacia el HAZYVIEW ADVENTURE BACKPACKERS para pasar la noche. Nos perdemos y damos vueltas buscando la entrada. Ya es tarde así que está cerrado pero sin echar la llave. La valla está electrificada (como casi todas aquí). Abrimos con cuidado la puerta y entramos con el coche. Buscamos a alguien allí y encontramos a la dueña. Muy maja. No podemos cenar porque es tardísimo. Nos indica nuestra tienda (una cada uno). En cada tienda hay una cama de matrimonio con su cabecero y estructura de madera xD. A la cama directos. El día ha sido tan largo y tenso que parece que hace una semana que salí de Maputo. Estoy molido.

PARQUE KRUGER

Para a provechar el día hay que llegar pronto a la entrada del parque así que salimos antes de amanecer sin desayunar. Llegamos a la puerta de entrada Phabeni del Kruger al salir el sol. Hay un poco de cola para pillar los tikets pero es rápido. Ya dentro circulamos con el coche por caminos de tierra disfrutando de la fauna salvaje: guepardos, búfalos, impalas, buitres, águilas pescadoras, hipopótamos, jirafas, rinocerontes blancos, ñus, babuinos, monos, elefantes…

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Estamos todo el día en el Kruger, del Sur hacia el Norte hasta la mitad del paque y partimos a las 5pm hacia el este 1,5h para llegar al lodge Shiduli, Es un lodge de lujo con una reserva privada (Karonwe). Abundan mucho este tipo de alojamientos en Sudáfrica. De hecho, la mayor parte del terreno “salvaje” con animales de Sudáfrica está en manos privadas, que explotan el turismo con este tipo de alojamientos y Game Reserves, incluyendo safaris en sus estancias.

Llegamos para la cena, que es tipo bufet en el exterior, y conocemos durante a otros huéspedes de muchas partes del mundo.

Para ver animales salvajes hay que madrugar. Eso es así. Así que salimos a las 6pm de safari, tras un micro desayuno, en un 4×4 preparadísimo con muchos asientos y uno en el frente del morro del coche para el rastreador. Hace un frío que pela pero se nos pasa a los 5 minutos. Zás! un macho adulto de leopardo cruza delante de nosotros el camino hacia una charca. Es increíble verlo en directo.

El terreno es frondoso y podemos ver jirafas, búfalos, hipopótamos, ñús… El ranger guía nos lleva andando 5 minutos hasta llegar donde hay una hembra de guepardo (cheetah) tumbada descansando después de darse una comilona. Estamos a 5 metros en el suelo y ella no se altera ni nada permitiéndonos hacerle muchas fotos y vídeos  Es enorme y tan bonita… Verla tan cerca y a ras de suelo impresiona. La ruta continúa en el coche recorriendo la reserva hasta las 9am que volvemos al lodge para desayunar como si no hubiera un mañana. Lujo de desayuno con todo tipo de cosas. Después tenemos tiempo para descansar, escribir, piscina etc hasta la hora de la comida. No se va de safari en las horas centrales del día. Los animales están inactivos por el calor. El safari del atardecer es a las 4pm. Esta vez vamos nosotros dos y una pareja india. Muy majetes. No tenemos mucha suerte con los animales al principio pero el ranger se mete con el coche por medio del bosque tronchando ramas y árboles pequeños para llegar a ver un grupo de leonas descansando. Son preciosas y enormes. Hemos conseguido ver los BIG FIVE!! (león, elefante, hipopótamo, rinoceronte y leopardo). La vuelta es ya de noche y el rastreador va con un súper faro buscando animales. La cena en el lodge es abundante y muy rica, lo que favorece que duerma como un bebé.

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Al día siguiente volvemos hacia Mozambique y madrugamos a las 7am para salir con tiempo. Nos perdemos el safari del amanecer por que no queremos arriesgarnos a ir justos de tiempo para pillar el autobús en Nelspruit. Circular por las carreteras en Sudáfrica tiene ciertos riesgos si te para la policía por exceso de velocidad o lo que sea y eres blanco. Esto es así. Mejor no arriesgarse e ir tranquilos. Afortunadamente nos preparan un buen desayuno porque no vamos a para a comer. Tardamos 3h en llegar a Nelspruit, a la oficina de Translux, para comprar los billetes de autobús a Maputo (180ZAR cada uno) y dejar el coche de alquiler en el hotel Protea.

Nuestro bus llega tarde y esperándolo aparecen españoles hablando nuestro idioma! (no hemos visto casi extranjeros) jajaja. En nuestro bus se va cómodo y hasta tiene baño! No vamos casi europeos, sólo una pareja de ingleses. En la frontera hay que bajarse. Me siento más seguro que la otra vez, claro. Ya conozco el lugar y guío a Jose por allí, pendientes de la gente de nuestro bus. Nos sellan los pasaportes sin problemas (en su momento saqué el visado multientrada IMPORTANTÍSIMO) y entramos en Mozambique a esperar que llegue nuestro bus cerca de la valla junto a un tipo que venía en el bus y al que preguntamos para asegurarnos. Por allí hay mucha gente vendiendo todo tipo de cosas y comida, cambio de moneda y mil cosas más. Ya en el bus camino de Maputo puedo descansar 🙂

MAPUTO

Al llegar a Maputo nos recoge Matanhane y de camino a su casa pasamos por un instituto para ver baile africano. En un salón de actos dan una clase de danza africana y me preguntan si me apetece probar y yo claro!!! jjajaa El profesor nos enseña (hay más alumnos) pasos de forma gradual mientras tocan la música en directo con jembés y una timbila durante 50min. Me la pela hacer el ridículo aunque creo que no lo hago nada mal. Volvemos a casa de Mata en una chapa megapetada y al fin podemos descansar. Para terminar un largo día cenamos alubias con arroz que ha hecho Mata y a dormir!

Madrugamos para viajar al norte a Inhambane en chapa. Mata nos acompaña al centro a coger la chapa de vuelta del Fátima’s (cuesta 550mt) y nos despedimos. Es un tipo muy majo y nos ha cuidado muy bien. En la chapa coincidimos con los españoles que conocimos en Nelspruit: Xavi, su mujer y otra pareja y vamos charlando de los sitios que hemos visto y qué hemos hecho en Mozambique. Llegar a casa de la peli (a mediodía) es la gloria. Es como llegar de la guerra. Para recuperarnos cenamos con la peli en el Bistró “El pescador”, frente a la bahía de Inhambane. Precioso.

Ya en la cama recuerdo todas las cosas que me han pasado desde que salí de aquí, el episodio en la frontera… ha sido un viaje muy intenso. Me siento genial por haber sabido gestionar bien todas esas experiencias a pesar del estrés que sentí. Duermo taaann bien esa noche…

La historia continúa en …. Living Mozambique!

GALERÍA DE FOTOS – SUDÁFRICA INTENSA

(pincha para verlo en grande)